Está el mito de que “ganan millones por estar sentados delante del ordenador jugando a videojuegos” y que por eso “ahora todos los niños quieren ser youtubers”, pero eso es simplificar mucho y quedarnos con una pequeña parte de la realidad. La verdad es, que solo unos pocos, los más innovadores y creativos (y sí, reconozcámoslo, también el factor suerte influye) ganan millones, pero queremos compartiros qué tienen de especial y por qué hay tanta gente enganchada a lo que hacen.
Está el mito de que “ganan millones por estar sentados delante del ordenador jugando a videojuegos” y que por eso “ahora todos los niños quieren ser youtubers”
Lo primero de todo es, que somos una sociedad que demanda entretenimiento de forma inagotable. Tenemos Netflix, HBO y todas las plataformas de streaming, y al igual que podemos leer un libro o escuchar un podcast para pasar el rato, internet es una herramienta muy potente que nos permite estar conectados sin limitaciones geográficas y que nos abre muchas posibilidades de comunicación. Y aquí entran los creadores de contenidos: jóvenes que manejan muy bien la red y que ofrecen contenidos audiovisuales con un we.
Los videojuegos son una de las industrias de entretenimiento que más ha crecido y desarrollado en los últimos años, además de que se ha implantado en aplicaciones tanto sanitarias, educativas como incluso bélicas. Y reconozcámoslo, pasar la tarde jugando a la Play puede ser un planazo, sobre todo si estamos confinados o hace frío y no se puede salir a la calle. Hace unos años era de frikis algo tan inimaginable jugar a deportes online, pero también era algo utópico hacer una operación de cirugía a distancia ¡y mira los avances que se han hecho! Con esto queremos decir que todos nos adaptamos a los cambios, y que, ¿por qué no? los deportes online pueden ser una nueva forma de jugar en equipo y entrenar, aunque en este caso sea solo la mente porque sigamos sentados en el sofá. Nosotros por si acaso hemos creado Bis Esports, un club profesional de deportes electrónicos.
Jóvenes que manejan muy bien la red y que ofrecen contenidos audiovisuales con un lenguaje y temática con un sello propio
La cuestión es: crear contenidos diferentes, creativos e innovadores y, sobre todo, que al público le resulten interesantes. Esta es la clave del éxito de estos creadores de contenidos: saber conectar con su público objetivo. En una sociedad donde los jóvenes estamos desconectados de la clase política, donde nuestros referentes ya no son futbolistas y cantantes inalcanzables, internet se ha convertido en parte de nuestra cotidianeidad y plataformas como Youtube o Twitch han pasado a ser los canales donde conectar con otros jóvenes como nosotros que hacen cosas que nos gustan. Así de simple y así de complicado a la vez, porque lo que hace unos años era novedoso, ahora está ya desfasado y hay que estar en un continuo aprendizaje y desarrollo. Lo que en las escuelas de marketing enseñan, estos jóvenes de forma casi intuitiva lo aplican a su producto, que son ellos mismos: hablan el mismo idioma que su público, saben lo que este quiere y lo dan utilizando herramientas digitales que están al alcance de cualquiera. El sueño de todo proyecto empresarial.
Es innegable el desfase generacional. Hay mucha gente que los ve y no entiende qué hacen o qué puede tener de interesante ver a un chaval comentando un video o jugando en red, y ni mucho menos entender que millones de personas lo sigan o que gane dinero haciendo eso
Es innegable el desfase generacional. Hay mucha gente que los ve y no entiende qué hacen o qué puede tener de interesante ver a un chaval comentando un video o jugando en red, y ni mucho menos entender que millones de personas lo sigan o que gane dinero haciendo eso. Pero es como intentar enseñarle a tu abuela cómo hacer una videollamada: al principio le parecerá caótico, absurdo incluso. Pero verá que si quiere hablar con sus nietos que viven fuera tendrá que aprender a usar el lenguaje y los canales que ellos utilizan, y si le pone interés, es muy probable que pronto aprenda la dinámica.
Con esto queremos decir que el truco, como en cualquier profesión, es el trabajo. Intentar encontrar un nicho de mercado propio y ser el mejor en ello. El talento y la creatividad ayudan, pero esto no es llegar y ¡alehop! Tengo millones de seguidores y gano miles de euros haciendo un solo clic. Es pensar, apostar por una idea y desarrollarla. Y tener (o encontrar) ese algo especial que haga que millones de personas quieran pasar un rato escuchándote y viendo lo que haces.